Divi Anti

Hace unos días vi a un tipo con un carrito de supermercado, lleno de quien sabe qué cosas, caminando por Lastarria. Me pareció extraño. Parecía ser un plagio del Divino Anticristo. Dudé un poco, quizás era él. Pero no llevaba ni el pañuelito en la cabeza, ni la camiseta gris, ni la falda característica. Ni siquiera su ropa toda grasienta.

Recordé que hace unas semanas leí noticias de él que lo habían metido en el siquiatra y que no lo querían soltar. Luego me enteré de que ya lo habían liberado, incluso llego a mis manos un escrito que él mismo repartió en la calle que hablaba de la apocalíptica catástrofe que podría inundar Santiago en mierda si el MOP no tomaba consideración. Pero no se me ocurrió preguntar como iba vestido. Pero no, esa vez no pude creer que fuera cierto, así que lo ignoré.
Luego, hace unos minutos, un compañero me informa la situación actual. Era él.
¡Cómo puede ser! ¡El Divino Anticristo ya no lleva falda!
Lo más triste que me pone toda esta situacióin es ver el cambio que puede hacer la sociedad en uno. Cómo puede ser que la sociedad nos moldee tanto. Quién sabe que cosas haya hecho pero no pueden cambiar tu forma de vestir. A lo mejor es un cambio voluntario, sí, puede ser, y si no es así, déjenlo ser!